Llegado al banquillo del Bayern de Múnich a finales de marzo, poco antes de un choque contra el Borussia Dortmund, Thomas Tuchel afronta un nuevo ‘Klassiker’ del fútbol alemán, el primero para él con el chándal de los bávaros en el Westfalenstadion, el sábado a las 17h30 GMT.
Una humillación en Copa contra un modesto equipo de tercera división, una parcela defensiva diezmada por las lesiones, un Leverkusen que se mantiene sólido en cabeza: el Bayern de Múnich ha vivido sin duda momentos de mayor tranquilidad en el pasado antes de enfrentarse al Dortmund, en lo que desde los años 2000, pero especialmente desde los 2010, se ha convertido en el ‘Klassiker’ de la Bundesliga.
La tradicional agitación en torno al Bayern ha ganado en intensidad después de la derrota en Sarrebruck (2-1) el miércoles, la primera del club desde el 2000 contra un equipo de 3ª o 4ª categoría.
Ante un Borussia Dortmund aún invicto en la competición doméstica esta temporada (ocho victorias y tres empates entre Bundesliga y Copa), Thomas Tuchel deberá mostrarse “creativo”, especialmente en una línea defensiva que no cesa de acusar bajas.
El miércoles, Matthijs de Ligt se lesionó en la rodilla derecha y estará varias semanas de baja, mientras que Dayot Upamecano, ausente desde su lesión contra el Friburgo a comienzos de octubre, no regresó a los entrenamientos colectivos hasta el lunes y sigue siendo duda.
Paradójicamente el Dortmund es uno de los equipos que mejor se le han dado al Bayern las últimas temporadas: en Bundesliga, desde el curso 2012-2013, inicio de su dominio hegemónico, el Bayern suma 49 puntos de 66 posibles (15 victorias, 4 empates y sólo tres derrotas en 22 partidos). Su último revés en liga se remonta a hace cinco años.
Con sus siete victorias y dos empates, el Bayern sigue invicto en el campeonato alemán esta temporada, y encara el ‘Klassiker’ con una ligera ventaja de dos puntos sobre el Borussia Dortmund (23 por 21).
– Regreso a Dortmund –
Pero no sólo el Dortmund aspira a destronar al Bayern. El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso es líder (25 puntos) y autor de un inicio de temporada casi perfecto (13 victorias y un empate entre todas las competiciones).
Entrenador del Bayern desde hace algo más de siete meses, Tuchel no ha escapado a las habituales críticas a un banquillo con tal nivel de exigencia.
“Desde hace seis meses, el Bayern juega el mismo fútbol, con poco control de juego”, lanzó la semana pasada en su editorial en Sky el exjugador Dietmar Hamann. “Él no es lo suficientemente importante como para que nos molestemos”, le respondió ‘TT’.
“Después de las dificultades del inicio, el técnico en particular ha hecho un supertrabajo. Estar tan arriba con una plantilla tan reducida demuestra la calidad del entrenador”, le alabó el presidente de honor del Bayern, Uli Hoeness, a comienzos de semana antes de la eliminación ante el Sarrebruck.
Llamado al banquillo del Bayern para reemplazar a Julian Nagelsmann, destituido a finales de marzo para sorpresa general, Tuchel regresará al Westfalenstadion, el feudo de un equipo al que dirigió de 2015 a 2017, sucediendo a Jürgen Klopp.