La federación saudita de fútbol dijo estar preparada para celebrar el Mundial-2034 de fútbol en invierno o incluso en verano, asegurando que el reino, único candidato a la organización del torneo, puede hacer frente a “todas las posibilidades”.
El reino del Golfo, donde las temperaturas pueden alcanzar los 50 grados Celsius, logró la organización del torneo menos de un año después del Mundial del vecino Catar, primera edición en celebrarse fuera del verano boreal.
“Existen numerosas novedades tecnológicas que permiten refrigerar o añadir climatizadores en los estadios, sin contar con que muchas ciudades del reino disfrutan de una atmósfera muy agradable en verano”, señaló su presidente, Yasser Al-Misehal.
“Estamos preparados para hacer frente a todas las posibilidades”, aseguró, durante la entrega de premios de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), en Doha.
Arabia Saudita, primer exportador de crudo al mundo, anunció su candidatura el 4 de octubre, 27 días antes del cierre del plazo para presentar las candidaturas a las ediciones 2030 y 2034.
Después de la atribución del Mundial-2026 a Estados Unidos, Canadá y México y el de 2030 a España, Portugal y Marruecos, sólamente los países miembros de las confederaciones asiática y oceánica podían postularse, siguiendo la política de rotación continental de la FIFA.
Después de que Australia retirase el martes su candidatura a 2034, se abrió el camino para Arabia Saudita, que pasaba a ser la única en liza.
Su designación fue confirmada por el presidente de la institución mundial del fútbol, Gianni Infantino, en Instagram, incluso si el dossier de la candidatura oficial todavía debe presentarse y ser sometido a una votación a finales de 2024.
– Derechos Humanos –
El reino ultraconservador, que no abrió sus puertas a turistas extranjeros hasta 2019, busca reducir su dependencia económica del petróleo apostando en especial por el deporte.
Bajo el impulso del príncipe heredero de 38 años, Mohammed ben Salman, se ha multiplicado la inversión en el fútbol pero también en Fórmula 1, golf, equitación o boxeo.
El fondo soberano saudita ha gastado cientos de millones de dólares este año para fichar a estrellas del fútbol como Cristiano Ronaldo, Neymar Jr. y Karim Benzema en los clubes sauditas.
Sin embargo la monarquía es muy criticada por sus violaciones a los Derechos Humanos, tanto por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi, como por su uso recurrente de la pena de muerte, sus leyes contra la homosexualidad, la desigualdad de género y sus restricciones a la libertad de expresión.
La atribución del Mundial a Arabia Saudita “a pesar a su balance terrible en materia de Derechos Humanos (…) muestra que el compromiso de la FIFA hacia los Derechos Humanos es una farsa”, denunció Minky Worden de Human Right Watch.
En un comunicado publicado en la noche del martes en las redes sociales, la federación saudita de fútbol dice estar “plenamente comprometida para responder y superar las exigencias de la candidatura”, señalando “la pasión inmensa por el juego en el seno de nuestra joven nación”.
– “Candidatura en solitario” –
Según Yasser Al-Misehal, el reino será el primer país que celebrará en solitario un Mundial de 48 equipos, pues las dos ediciones precedentes con ese número de equipos serán compartidas entre varios países tanto en 2026 como en 2030.
“Arabia Saudita presentará una candidatura en solitario”, afirmó.
Si bien algunas ciudades sauditas atraviesan fuertes calores en verano, otras disfrutan de un clima más suave como Abha, Taif o Al Bahah, donde se celebró la última Copa de Campeones Árabe.
Sin embargo, las infraestructuras deportivas son más limitadas y los estadios más grandes están situados en la capital Riad o en la ciudad costera Yeda.
Lejos de las preguntas provocadas por el proceso de atribución o los Derechos Humanos, los sauditas se alegran de recibir el torneo más popular del mundo.
“Es una excelente noticia y no viene de la nada”, afirmó Saud al Oreifi, un habitante de la capital de 62 años, señalando la multiplicación de eventos deportivos en el reino. “Es el resultado de esfuerzos y de éxitos pasados”.
De paso por Riad, el kuwaití Thamer al Choiebi también se muestra “orgulloso” de ver a Arabia Saudita “honrar no solo a los sauditas, sino a todo el mundo árabe”.