La ONU afirmó que “muchas más” personas “morirán pronto” en la Franja de Gaza por el asedio de Israel, que prepara una ofensiva terrestre tras tres semanas de bombardeos en respuesta al sangriento ataque del movimiento islamista palestino Hamás.
El ejército israelí anunció este viernes que llevó a cabo una nueva incursión con tropas de infantería apoyadas por aviones contra Hamás en el territorio palestino, donde cientos de miles de civiles se encuentran en condiciones humanitarias desastrosas desde el inicio de la guerra el 7 de octubre.
“Muchas más (personas) morirán pronto como consecuencia del asedio impuesto en la Franja de Gaza” por Israel, denunció el viernes Philippe Lazzarini, comisionado general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Gaza necesita ayuda humanitaria “significativa y continua” para paliar la falta de agua, comida y electricidad, añadió.
Este viernes entró en la Franja de Gaza el primer equipo médico de la Cruz Roja desde el inicio de la guerra, acompañado de varios camiones de ayuda, indicó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Comandos de Hamás entraron en Israel desde Gaza el 7 de octubre y llevaron a cabo su ataque más sangriento desde la creación del país en 1948, con un balance de 1.400 personas muertas, en su mayoría civiles, según las autoridades.
En represalia, Israel anunció que destruiría a Hamás y comenzó incesantes bombardeos en la Franja de Gaza. Según Hamás, más de 7.300 personas, la mayoría civiles y entre ellos más de 3.000 niños, han muerto por esos bombardeos en el territorio palestino.
En Ginebra, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU se mostró preocupado por la posibilidad de que “se estén cometiendo crímenes de guerra” en el conflicto.
– Objetivos de Hamás destruidos –
La infantería israelí llevó a cabo una “incursión selectiva en el sector central de la Franja de Gaza”, apoyada por “cazas y drones”, antes de abandonar el territorio, anunció el ejército el viernes por la mañana.
Imágenes en blanco y negro publicadas por el ejército, que efectuó una primera incursión en el norte de la Franja el jueves, mostraban una fila de vehículos blindados por la noche.
El ejército dijo haber bombardeado objetivos de Hamás “en toda la Franja de Gaza”, destruyendo rampas de lanzamiento de cohetes y centros de mando, en preparación para una probable ofensiva terrestre prometida por responsables políticos y militares para “aniquilar” a Hamás.
Las Brigadas Ezzedine Al Qasam, brazo armado de Hamás, afirmaron haber frustrado una incursión israelí por la costa, en el sector de Rafah (sur), una “incursión selectiva” confirmada por Israel en un comunicado.
Según las autoridades israelíes, 229 rehenes israelíes, con doble nacionalidad o extranjeros, fueron capturados durante el ataque por Hamás, que hasta ahora liberó a cuatro mujeres.
El grupo islamista afirmó el jueves que “cerca de 50” rehenes murieron por los bombardeos israelíes.
La comunidad internacional teme las consecuencias de una ofensiva terrestre en el enclave palestino de 362 km2, controlado desde 2007 por Hamás y donde la ayuda internacional apenas llega a los 2,4 millones de habitantes.
Según una encuesta publicada el viernes por el diario israelí Maariv, cerca de la mitad de los israelíes se opondrían a una operación terrestre militar “inmediata” en la Franja de Gaza.
– “Corredores humanitarios” –
Desde el 21 de octubre, algo más de 70 camiones de ayuda entraron en la Franja de Gaza desde Egipto, indicó el jueves la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), una cantidad muy insuficiente para la organización, que reclama especialmente combustible para hacer funcionar la infraestructura de salud.
Antes del “asedio total” impuesto por Israel el 9 de octubre, unos 500 camiones llegaban al enclave diariamente.
Ante esta situación, Estados Unidos sugirió el martes “pausas” humanitarias antes que un alto el fuego, que “en este momento solo beneficiaría a Hamás”.
Los dirigentes de los 27 países de la Unión Europea pidieron el jueves “corredores humanitarios” y “pausas” para hacer llegar ayuda. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reiteró este viernes su apoyo a una “tregua humanitaria”.
Según la OCHA, citando al Ministerio de Obras Públicas y Vivienda de Gaza, 45% de las viviendas del territorio han resultado “dañadas o destruidas” por los bombardeos.
Cerca de 1,4 millones de personas han sido desplazadas hacia el sur de la Franja huyendo de los bombardeos israelíes, aunque unas 30.000 regresaron al norte del territorio en los últimos días, según la ONU.
“Volvemos para morir en nuestras casas. Será más digno”, afirmó Abdallah Ayyad, que regresó a la ciudad de Gaza con su mujer y sus cinco hijas.
En Israel, un nuevo lanzamiento de cohetes dejó tres heridos en Tel Aviv, según los servicios de emergencia.
– Escalada regional –
La guerra despertó temores de una conflagración regional. Irán, poderoso apoyo de Hamás, lanzó varias advertencias a Estados Unidos, aliado de Israel.
El secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, anunció que Estados Unidos atacó el jueves dos instalaciones usadas por los Guardianes de la Revolución iraníes y “grupos afiliados”.
El presidente Joe Biden había advertido previamente al líder supremo de Irán contra cualquier ataque a sus tropas.
La tensión también aumenta en Cisjordania ocupada, así como en la frontera norte de Israel con Líbano, donde se producen diariamente disparos entre el movimiento Hezbolá, aliado de Hamás, y el ejército israelí.
Más de cien palestinos han muerto en Cisjordania, por ataques y enfrentamientos con el ejército israelí desde el 7 de octubre, según el ministerio palestino de Salud.