Miles de jóvenes, israelíes y extranjeros, bailaban hasta el amanecer el sábado en el sur de Israel, cerca de la Franja de Gaza, cuando los comandos del grupo islamista palestino Hamás los sorprendieron y mataron a tiros a 250 personas.
Los voluntarios llamados a recuperar cuerpos recordaron el lunes, en estado de shock, el macabro paisaje que quedó tras el ataque.
“Masacraron a la gente a sangre fría, de una forma absolutamente inconcebible”, contó Moti Bukjin, portavoz de Zaka, una organización especializada en primeros auxilios y en recuperar e identificar cuerpos según las leyes judías.
“Llegaron a matar a gente que estaba en sus automóviles”, explicó.
Los jóvenes estaban reunidos cerca del kibutz de Reim, una región alejada del sur de Israel, cerca de la frontera con la Franja de Gaza.
La fiesta se convirtió en drama cuando un millar de combatientes de Hamás lanzaron una inédita ofensiva contra Israel el sábado por la mañana, infiltrándose en el territorio por medio de vehículos, embarcaciones e incluso parapentes.
En un video muy difundido en redes sociales se ve algunos de estos parapentes sobrevolando el festival. En otros videos que no pudo verificar, aparecen varios jóvenes huyendo hacia sus vehículos entre los disparos.
Muchos asistentes murieron y otros fueron tomados como rehenes.
“En la zona donde tuvo lugar el festival de música, y en la fiesta misma” había “unos 200-250 cuerpos”, estimó Moti Bukjin.
– Escondido entre arbustos –
Uno de los supervivientes, Ephraim Mordechayev, de 23 años, contó que estaba en uno de los momentos “más felices” de su vida cuando se produjo el horror.
Cuando se dio cuenta de que el sistema israelí de defensa aérea estaba interceptando cohetes, no entendió del todo “el alcance” de lo que ocurría, contó a la AFP en la ciudad de Or Akiva, donde vive.
Muchos de los asistentes estaban recogiendo sus vehículos y dirigiéndose a la salida cuando oyó las primeras ráfagas de disparos.
“Me di la vuelta y vi que en el coche atrás de mi había tres cuerpos y todas las ventanas estaban acribilladas”, contó, con la pulsera del festival aún en su muñeca.
Cuando vio a las milicias disparando desde paramotores, Mordechayev salió de su coche y corrió por su vida.
Durante un largo momento, se escondió entre arbustos. Hasta que un coche se detuvo y lo recogió antes de acelerar en dirección a una base militar.
– “Caos, caos total” –
Un video difundido en redes sociales muestra a una mujer de 25 años, identificada como Noa Argamani, pidiendo ayuda desde la parte trasera de una moto, mientras era secuestrada.
El grupo islamista secuestró alrededor de 150 personas, según el gobierno israelí, y se los llevó a la fuerza a Gaza, donde algunos tuvieron que desfilar ante multitudes enardecidas.
Ahuva Mayzel supo por última vez de su hija Adi, de 21 años, una hora después del amanecer.
“Fue nuestra última llamada, oímos mucho ruido, disparos y bombardeos. Caos, caos total”, contó a los periodistas desde su casa en Karnei Shomron, un asentamiento israelí en Cisjordania ocupada.
“Nos sentimos impotentes, completamente impotentes como padres”, dijo. “Esto es realmente inimaginable. Tantas víctimas, tantos muertos, tantos desaparecidos”, lamentó.
– “No dispararon al azar” –
“Soy voluntario en Zaka desde hace 28 años y después de la catástrofe de Merón (una avalancha mortífera durante una peregrinación judía en el norte de Israel) y sus 45 muertos pensaba haber tocado fondo”, dijo Bukjin en una conversación telefónica, antes de volver a las zonas del sur de Israel golpeadas por milicianos de Hamás infiltrados.
“Pensaba que era el fin del mundo, pero claramente, las cosas pueden ser peores, claramente peores”, agregó, con voz temblorosa.
En las imágenes aéreas obtenidas se veían decenas de automóviles quemados al lado de la carretera que llevaba al lugar del festival.
El voluntario también contó que todos los cuerpos que recuperó eran de personas que recibieron disparos, rematadas por los atacantes con un tiro en la cabeza o incendiando sus vehículos.
“Lo impactante es que confirmaron que las personas a las que dispararon estaban muertas. Tuvieron mucho tiempo hasta que llegaron las fuerzas de seguridad. Algunos de los coches los quemaron con gente dentro”, afirmó.
“En algunos vimos (…) una bala en la cabeza, una bala en la barbilla. No dispararon balas al azar esperando que dieran en el blanco”, agregó.
Aquellos que intentaron huir a pie también fueron abatidos. “Algunos de los cuerpos estaban en zanjas, les dispararon cuando intentaban huir y cayeron”, indicó.
El lunes, el ejército israelí anunció haber retomado el “control” de localidades atacadas del sur de Israel. Zaka podrá por tanto comenzar a recuperar los cuerpos de las víctimas en esos lugares, entre ellos ancianos, niños y bebés.