Miles de hondureños marcharon en la capital atendiendo la convocatoria de la presidenta, Xiomara Castro, para exigirle al Congreso el nombramiento del fiscal general y al Adjunto a escasas horas para que expire el periodo de los actuales mandos del Ministerio Público.
La multitudinaria marcha, compuesta en su mayoría por empleados del gobierno y activistas del partido en el poder, Libre, comenzó el recorrido pasada las 3:00 de la tarde desde Casa Presidencial, hacia los bajos de la sede del Poder Legislativo donde gran parte de ellos pernoctó a la espera que los diputados lleguen a un acuerdo en la sesión.
Desde tempranas horas, los simpatizantes del oficialismo llegaron del interior del país en caravanas de autobuses y al mediodía tenían colapsado el tráfico vial en las inmediaciones de la Casa de Gobierno, donde fueron recibidos por la misma pareja presidencial y parte de su equipo de gobierno.
Vestidos de rojo y negro, los colores del partido Libre, y portando pancartas con leyendas como “Xiomara, no estás sola”, los activistas esperaron la salida de la mandataria, quien se subió a una tarima junto a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya Rosales, para agradecer la convocatoria y denunciar que la oposición conspira para derrocar a su gobierno.
“Agradezco sinceramente su presencia, los he convocado porque en ustedes reside la soberanía del poder popular y a quien me debo para rendir cuentas”, dijo la mandataria en su discurso. “Hoy el Congreso Nacional está obligado a elegir en la fecha que manda la constitución las autoridades del Ministerio Público. No he perdido la esperanza en lograr consensos en el Congreso a sabiendas que ellos tienen mayoría”, agregó animándolos a iniciar la marcha rumbo al Legislativo.
Después de sus palabras, la presidenta bajó de la tarima, abrazó a varios de sus seguidores y se metió a un vehículo negro resguardado por su equipo de seguridad.
Muchos activistas pensaban que los acompañaría en el recorrido o se uniría más tarde en los bajos del Congreso.
Esta es la primera convocatoria de la mandataria a sus seguidores desde la toma de posesión, en enero del año pasado, y la respuesta de las bases dio muestras de continuar una luna de miel con ella y de paso el músculo del partido, cuya dirigencia principal ya se encuentra en puestos claves dentro del gobierno, aunque la gran inmensa mayoría sigue esperando un empleo.
MARCHA PACÍFICA
Siguiendo la ruta que les definió horas antes una comisión de seguridad del gobierno, los organizadores perfilaron la gigantesca marcha por la avenida de Ashonplafa y el barrio Guadalupe, doblaron en el llamado Edificio Rojo para salir al barrio El Guanacaste. De ahí, ingresaron al centro de la ciudad por la Avenida Jerez y llegaron a la sede del Legislativo antes de las 6:00 de la tarde, cuando la sesión había sido suspendida por falta de consenso de los diputados.
Aun así, la marcha, convertida en una auténtica “marea roja y negra” no solo inundó el casco histórico de la ciudad, sino que rodeó la sede del Legislativo dejando encerrados a los diputados que no pudieron salir antes que llegaran. Pedían la elección esa misma noche en vista que el 1 de septiembre termina el periodo del actual fiscal general, Oscar Chinchilla y el segundo al mando, Daniel Sibrián.
Más tarde, una buena parte de los activistas, presas del cansancio, fue alojada en la Villa Olímpica, el principal centro deportivo público de la ciudad, habilitado para este fin desde el lunes, mientras el grueso de la marcha se mantuvo en vigilia de los portones del Congreso.
Fuera de este incidente y una agresión, difundida en redes sociales al mediodía, de parte de activistas de Libre contra un motociclista en otro sector de la ciudad, la marcha transcurrió de manera pacífica, vigilada por más de dos mil policías y militares. Muchos negocios de la ruta de la marcha cerraron operaciones temiendo un descontrol. Los manifestantes están siendo atendidos con comida y transporte por el gobierno mientras se mantenga en la capital. La oposición denunció que el gobierno ha destinado más de 50 millones en esta movilización.