El Mundial de atletismo de Budapest levantó el telón este sábado coronando a España en la primera final, con Álvaro Martín triunfando en los 20 kilómetros marcha, en una primera jornada en la que Estados Unidos se puso ya al frente del medallero.
Los estadounidenses arrasaron en la anterior cita, hace un año en Eugene, y en el primer día de Budapest-2023 se quedaron con dos de los cuatro títulos en liza, con Ryan Crouser revalidando su corona en el lanzamiento de bala y el relevo 4×400 metros mixto coronándose además con un nuevo récord mundial.
El otro protagonista del día fue el fondo etíope, con un triplete de oro-plata-bronce en los 10.000 metros femeninos, donde ganó Gudaf Tsegay. La otra favorita, la neerlandesa Sifan Hassan, se fue al suelo cuando peleaba por el oro.
– Ocho años de espera –
Ocho años habían pasado desde el último oro de España en un Mundial de atletismo, desde que Miguel Ángel López se coronara en los 20 kilómetros marcha.
Fue precisamente en esa prueba donde Álvaro Martín consiguió terminar con la sequía en una mañana pasada por agua en Budapest, ya que una tormenta había obligado a retrasar dos horas el inicio de la prueba y, por lo tanto, del Mundial.
“Quería reivindicar no solo mi nombre, sino el de la marcha española. Podía haber sido el día de cualquiera del equipo. No es un éxito individual, esto es sobre todo un gran éxito de la marcha española”, declaró a los periodistas el marchador extremeño.
Martín terminó la prueba con un crono de 1h17:32, por delante del sueco Perseus Karlström (1h17:39), plata, y del brasileño Caio Bonfim (1h17:47), bronce.
Bonfim, ya bronce en el Mundial de Londres-2017, consiguió así la primera medalla del atletismo latinoamericano en esta edición.
– Países Bajos y por los suelos –
Dos de las imágenes del día fueron las caídas de dos atletas neerlandesas, lo que dejó a Países Bajos como el gran derrotado del sábado, al ver esfumarse dos oros que parecían muy a su alcance.
Sifan Hassan, que aspiraba a un triplete de títulos 1.500-5.000-10.000 metros, se fue al suelo cuando pugnaba por el oro con la etíope Tsegay, que terminó conquistando el título (31:27.18) y liderando un podio 100% de su país, con la anterior campeona Letesenbet Gidey (31:28.16) como plata y Ejgayehu Taye (31:28.31) como bronce.
“Conservo la sonrisa, pero es algo realmente duro. Un mal momento. Me sentía fuerte y fui al máximo en la última vuelta”, comentó Hassan. “Creo que la etíope me empujó. Espero no estar loca. Necesito ver las repeticiones para ver exactamente qué ocurrió”, apuntó.
También terminó por los suelos, igualmente de manera espectacular, Femke Bol, a diez metros del final en los relevos mixtos 4×400 metros, cuando iba codo a codo con la estadounidense Alexis Holmes. Perdió el testigo y su equipo fue descalificado.
Estados Unidos ganó la prueba, por delante de Gran Bretaña y República Checa.
Con un crono de 3 minutos, 8 segundos y 80 centésimas, los estadounidenses establecieron un nuevo récord mundial en una disciplina poco disputada y de creación reciente.
– Ryan Crouser, intocable –
Poco antes, Estados Unidos había inaugurado su contador de títulos en Budapest-2023 gracias a Ryan Crouser, que revalidó su corona en el lanzamiento de bala.
Con 23,56 metros batió además el récord de los Mundiales y se aproximó a cinco centímetros de su récord mundial.
Dominó ampliamente la final, por delante del italiano Leonardo Fabbri (22,34 m) y del excampeón mundial estadounidense Joe Kovacs (22,12 m).
Estados Unidos llegó a 13 títulos mundiales en el Mundial de Eugene, hace un año. Por el momento lleva dos, cuando quedan todavía ocho días de competición en la capital húngara, donde la fiesta del atletismo no ha hecho nada más que comenzar.
El domingo, el plato fuerte será la final de 100 metros, donde Estados Unidos cuenta con bazas para triunfar, con Fred Kerley al frente. Entre sus grandes rivales, el campeón olímpico italiano Marcell Jacobs, que sufrió pero pudo superar las series y acceder a las semifinales, que tendrán lugar poco antes de la final.