Tras casi tres días de propagación incontrolable, los bomberos constataron el viernes algunas mejoras en la lucha contra el incendio que quemó unas 5.000 hectáreas de la isla de Tenerife, en el archipiélago español de las Canarias.
“La jornada (…) ha ido bien, ha ido evolucionando de forma positiva” pero “el incendio sigue fuera de control”, dijo el presidente regional de Islas Canarias, Fernando Clavijo, a los periodistas.
El fuego ha afectado hasta ahora “5.000 hectáreas aproximadamente” en un perímetro de 50 kilómetros, añadió.
La responsable de protección civil del archipiélago, Montserrat Roman, afirmó que 226 bomberos seguirán trabajando durante la noche y que el sábado se incorporarán 19 aviones y el contingente terrestre aumentará a 265 efectivos.
La siguiente jornada se prevé, sin embargo, complicada, con altas temperaturas y rachas de viento en la zona “que pueden ser bastante fuertes”. “Afrontamos mañana un día también muy importante”, dijo.
– Levantan confinamiento –
Sin embargo, la mejora del viernes llevó a autorizar el primer levantamiento del confinamiento ordenado a causa del incendio, en un barrio de uno de los municipios afectados, añadió Román.
En total, unas 4.500 personas permanecen evacuadas y casi 1.700 confinadas en sus casas, según había dicho la responsable de Protección Civil. El Parque Nacional del Teide, popular destino turístico, permanece cerrado desde la noche del jueves.
El incendio forestal, declarado el martes por la noche, ha llevado también a la movilización de 200 miembros de la Unidad Militar Especial (UME) del Ministerio de Defensa, que responde a los incendios más graves en España.
“Esta noche, por lo menos, el incendio” y “la meteorología” se comportaron “con normalidad”, dijo por la mañana Fernando Clavijo, presidente regional.
“Las dos noches anteriores habíamos visto que los vientos, la temperatura y el comportamiento del propio incendio había sido bastante inusual”, aclaró.
La nube de humo del incendio, visible en imágenes de satélite, se ha elevado por encima de la cima del Teide, el volcán que se alza sobre la isla y el pico más alto de España, de 3.715 metros.
Los principales focos del incendio se localizan en colinas boscosas a unos veinte kilómetros más abajo, cerca de varios pueblos.
La isla ha vivido incendios de mayor envergadura en cuanto a superficie quemada, sobre todo en 2007, pero las condiciones meteorológicas y la topografía del actual llevaron a Clavijo a afirmar que el archipiélago -ubicado frente al noroeste de África- se enfrentaba a su incendio “más complejo” en 40 años.
El fuego creó “su propia meteorología”, según las autoridades, con una nube de humo de varios kilómetros de altura.
“La humedad del aire se recuperó un poquito anoche, pero sabemos que a partir de hoy comenzará a bajar de nuevo, sobre todo por un aumento de las temperaturas”, explicó en la rueda de prensa la meteoróloga Vicky Palma.
Aunque la intensidad de las llamas disminuyó durante la noche, el jefe de los servicios forestales, Pedro Martínez, advirtió que en las horas más calurosas del día éstas “se van a reactivar”, y que el fuego permanecía activo en “prácticamente” todo el perímetro.
El incendio se produce después de que una ola de calor en las Islas Canarias dejara secas muchas zonas y aumentara el riesgo de incendios forestales.
Según los científicos, los fenómenos meteorológicos extremos se han intensificado como consecuencia del calentamiento global. Es probable que las olas de calor sean más frecuentes e intensas, y que su impacto se extienda más.
En 2022, más de 500 incendios destruyeron 300.000 hectáreas en España, un récord europeo, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis). En 2023 ya han ardido más de 75.000 hectáreas en este país de primera línea frente al calentamiento global.