Las autoridades ucranianas anunciaron haber puesto en prisión preventiva a un ex responsable de reclutamiento militar, por sospechas de que gastó 4 millones de euros en comprar una villa de lujo en España en plena invasión rusa.
La oficina nacional de investigaciones (DBR), encargada de resolver casos de corrupción de alto nivel, detuvo a Yevguen Borísov en Kiev, dos días después de emitir una orden de búsqueda en su contra.
El coronel Borísov estaba encargado de la movilización y el reclutamiento en la región de Odesa (sur), hasta su destitución a fines de junio por revelaciones publicadas en prensa.
Se le sospecha de “enriquecimiento ilegal” y de ayudar a ciertas personas a evitar el enrolamiento en las fuerzas armadas. Por ello se enfrenta a una pena de “hasta diez años de cárcel”, según el DBR.
La oficina afirmó en mayo que este responsable, a cambio de sobornos, ordenaba a sus subordinados que no reclutaran a ciertas personas, en plena invasión rusa del país, iniciada en febrero de 2022.
El caso fue revelado por un influyente medio ucraniano, según el cual la madre de Yevguen Borísov, pensionista, se convirtió en diciembre de 2022 en propietaria de una villa de un valor de 4 millones de euros en Marbella, un popular y codiciado destino turístico en el sur de España.
La esposa del coronel compró además oficinas en Marbella por un valor de unos 740.000 euros (820.000 dólares), y su suegra adquirió en los últimos años varios coches de lujo, según la misma fuente.
La agencia nacional de lucha contra la corrupción (NAZK) declaró la semana pasada que según sus sospechas, este ex responsable militar “se enriqueció ilegalmente” y amasó una fortuna de 188 millones de grivnas (4,5 millones de euros, 5,08 millones de dólares).
La lucha contra la corrupción, un mal endémico en Ucrania, es una de las condiciones de la UE para mantener su candidatura a la membresía.
Desde inicios de año, los organismos anticorrupción del país sacaron a la luz dos sonados escándalos.
En mayo, el presidente de la Corte Suprema fue detenido en un caso de corrupción, y en enero, un escándalo de irregularidades en el aprovisionamiento del ejército provocó una cascada de dimisiones en ministerios, en las administraciones regionales y en el aparato judicial ucraniano.