Al menos dos personas murieron y 28 resultaron heridas en un tiroteo el domingo de madrugada durante una fiesta callejera en la ciudad estadounidense de Baltimore, indicaron las autoridades.
La policía recibió múltiples llamadas sobre un tiroteo poco después de las 00h30 del domingo (04h30 GMT) en el vecindario de Brooklyn de esta ciudad del estado de Maryland, dijo el comisario Rich Worley en una conferencia de prensa.
“Cuando llegaron los oficiales identificamos a varias víctimas con heridas de bala”, dijo Worley y añadió que todas tienen entre 13 y 32 años.
Una mujer de 18 años fue encontrada muerta en el lugar y un hombre de 20 falleció luego de ser trasladado a un hospital. Nueve víctimas fueron transportadas a hospitales cercanos y otras veinte a hospitales de la región, añadió.
Hasta el domingo por la tarde, 18 de los 28 heridos habían sido dados de alta de los hospitales. Algunos de los hospitalizados permanecen en estado crítico.
El motivo de este nuevo capítulo en la crisis de violencia por armas de fuego en Estados Unidos hasta ahora se desconoce, y la policía hizo un llamado para que cualquier persona se presente si tiene información sobre quién fue el responsable.
“Nuestros oficiales continúan registrando la escena del crimen”, informó Worley y precisó que más de un agresor abrió fuego durante la fiesta. “Esta fue una escena del crimen enorme, estamos hablando de varias cuadras”.
Por su parte, alcalde de Baltimore, Brandon Scott, dijo en conferencia de prensa que se trata de “una tragedia absoluta que no tenía que suceder”.
“Debemos unirnos como Baltimore y envolver en nuestros brazos a esta comunidad de Brooklyn”, agregó.
El alcalde además dijo que el tiroteo evidencia “la necesidad de abordar la proliferación excesiva de armas ilegales” en el país y “la capacidad de quienes no deberían tenerlas de tenerlas en sus manos”.
“No nos detendremos hasta encontrar a los cobardes que simplemente decidieron disparar a decenas de personas”, prometió.
Baltimore tiene una de las tasas de homicidios más altas de Estados Unidos, que a su vez registra la tasa más alta de muertes por armas de fuego de todos los países desarrollados, con una cifra de 20.200 fallecidos en 2022, según la organización Violence Archive.