Los negocios capitalinos lanzaron un SOS al actual secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, ante el incremento significativo del cobro de extorsión de parte de las maras y pandillas que los está llevando a la quiebra o al cierre de sus operaciones.
Keneth Rivera, directivo Asociación Gastronómica de Honduras de Chefs Profesionales (AGCPH), aseguró que la situación de los pequeños y grandes comerciantes es crítica, por el acoso de los criminales que les quitan sus pequeñas ganancias a través del mal llamado “impuesto de guerra”.
Debido a esto, agregó, decenas de locales se ha visto en la necesidad de cerrar operaciones dejando en precariedad alimenticia a sus dueños y colaboradores sin que el nuevo gobierno policial se haya interesado en el asunto.
Rivera detalló que no tienen la capacidad para contratar vigilancia mientras que la Policía Nacional no ha puesto en marcha ningún plan de seguridad para disuadir a los padilleros, que, por su lado, cada día le suben a la “tarifa”.
“Esperamos que las autoridades policiales interpongan sus buenos oficios para dar seguridad al rubro gastronómico, ya que de no hacerlo continuarán con el cierre de los negocios”, advirtió.
Iguales denuncias se reportan en otros rubros como el transporte y comercio en general. El autolote Nissi anunció públicamente el cierre de sus operaciones en Tegucigalpa por la misma causa.
“Debido al cobro de extorsión y con el único propósito de salvaguardar la integridad física y la vida de nuestros colaboradores hemos decidido cerrar de forma definitiva la sucursal de autolote Nissi #4 Tegucigalpa”, detallaron sus dueños en un comunicado.
En la lista de cierre por el mismo motivo se encuentran también reconocidos locales como New Bar de la capital, conocido también como “Tito Aguacate”, que cerró sus puestas el pasado 11 de abril después de 77 años de servicio y convertido en un referente de los degustadores de los famosos “calambres”, el trago embriagante más popular de la casa.