Mateo Retegui no daba pie con bola de volante

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Mateo Retegui no daba pie con bola de volante pero un visionario descubrió en Argentina su pasión por las redes que lo ha llevado a ser promesa de gol en la selección de Italia.

A los 18 años, mostraba buen físico y una mente fuerte en las divisiones juveniles. Pero no rendía a pleno en el mediocampo.

A Claudio Vivas, guardameta retirado y coordinador de fútbol en Boca Juniors, se le ocurrió una solución: ponerlo de centrodelantero.

“Mateo no daba el nivel para triunfar en la primera de Boca. Pero yo veía que nunca se daba por vencido”, comenta Vivas desde Costa Rica, donde es director deportivo de la selección.

– De tal palo, tal astilla –

Para hablar del cambio de puesto Vivas convocó a otro técnico, Sergio Saturno, y al padre del jugador, Carlos Retegui. “Estuvieron de acuerdo”, relata.

El fogoso ‘Chapa’ Retegui es hombre del hockey sobre césped, pero sabe de fútbol. Es un deportista de corazón.

Ganó el oro como DT en los Juegos Olímpicos de Brasil-2014 con Los Leones y el Mundial Argentina-2010 con Las Leonas.

Con Las Leonas conquistó además la plata en los Juegos de Londres-2012. Otra presea plateada obtuvo en Tokio-2020, con Micaela, hermana de Mateo, en el equipo.

Mateo también jugaba al hockey. Pero no era lo suyo. Había empuñado el stick por influencia familiar. Su madre, María de la Paz Grandoli, es una exjugadora de hockey.

– Goles son amores –

“Les dije al ‘Chapa’ y a Saturno que si lo poníamos de nueve, había que sostenerlo entre 5 y 10 partidos. No se aprende de un día para el otro”, recuerda Vivas.

Le veía condiciones: “Aguanta bien de espalda, con muy buen juego aéreo, aprovecha los espacios vacíos y no tiene problemas de perfiles”.

El artillero de apellido vasco empezó hacer goles y “ganar en confianza, a evolucionar”. Llegó a la primera de Boca.

Pero había otros atacantes. Los ‘xeneizes’ lo prestaron a Estudiantes, a Talleres y a Tigre, donde ahora juega. Hizo goles de todos los colores.

Con el ‘Matador’ tigrense fue goleador de la Liga Profesional en 2022. Marcó 19 goles en 26 partidos y 23 en toda la temporada.

– Ni en sueños –

“Un día, me llamó papá para decirme una noticia muy importante. Me quería (el DT de Italia, Roberto) Mancini”, señala Retegui. 

El artillero cuenta que “nunca” se hubiera “imaginado algo así, ni en los mejores sueños”. Tiene nacionalidad italiana por su abuelo siciliano de Canicatti.

Italia, una potencia histórica del fútbol, no clasificó a los dos últimos Mundiales, el de Rusia-2018 y el de Catar-2022.

Antes de ganar el Mundial de Catar-2022, le preguntaron al DT de la Albiceleste, Lionel Scaloni, por qué no llamaba a Retegui.

“No estaba convencido. Soy partidario de no intentar convencer a nadie. Tenemos chicos en ese puesto (Lautaro Martínez, Julián Álvarez). En el futuro se verá si le pegué (acerté) o no le pegué (no acerté)”, dijo sin ironía.

Con la ‘azzurra’, Retegui debutó ante Inglaterra en el estadio Diego Maradona de Nápoles. Fue bautismo de fuego con un gol, pero Italia perdió 2-1, en partido clasificatorio para la Eurocopa-2024.

De visita en Malta, volvió a anotar y los ‘azurri’ ganaron 2-0. “Desbloqueó el partido, fue esencial”, comentó Mancini.

El DT lo ha vuelto a convocar para jugar contra España, el 14 de junio, en una semifinal de la Liga de Naciones de la UEFA.

– Pura potencia –

Es alto (1,86 metros) y parece un tercera línea de rugby por lo fornido. No le cuesta ganar los cuerpo a cuerpo.

“Tiene personalidad y potencia, parece Luca Toni (excañonero, 1,95 metros) en 2006”, ponderó el DT argentino de Paraguay, Guillermo Barros Schelotto, quien lo dirigió en Boca.

Casi una treintena de argentinos han jugado en la historia para Italia. Entre los casos emblemáticos están Mauro Camoranesi, campeón del mundo en Alemania-2006, y Omar Sívori, quien jugó el Mundial de Chile-1962.

En 1934, Italia fue campeón mundial en su tierra con los argentinos Luis Monti, Enrique Guaita, Atilio Demaría y Raimundo Orsi, cuando los jugadores tenían que hacerle el saludo fascista al Duce Benito Mussolini, “a ganar o morir”.

Lejos de aquel autoritarismo, Retegui sigue los pasos de tantos argentinos ‘azzurros’.