Las fuerzas rusas siguieron ganando terreno en el este de Ucrania al estrechar el cerco sobre la estratégica ciudad de Severodonetsk, en una ofensiva que provocó una histórica ruptura de la Iglesia ortodoxa ucraniana con el patriarcado de Moscú.
Los separatistas prorrusos anunciaron por su parte que tomaron la localidad de Limán, un importante nudo ferroviario.
La conquista de Limán permitiría a las tropas rusas despejar el último obstáculo para avanzar hacia Sláviansk y Kramatorsk, para luego rodear Severodonetsk y Lysychansk más al este.
Las tropas rusas, que invadieron Ucrania el 24 de febrero, centran actualmente su ofensiva en el este, tras fracasar en su tentativa de tomar Kiev, la capital, y Járkov, en el noreste.
El objetivo es conquistar la totalidad del Donbás, una cuenca minera que comprende las regiones de Donetsk y Lugansk y controlada en parte por los separatistas prorrusos desde 2014.
La ofensiva provocó la ruptura de la Iglesia otodoxa ucraniana con el patriarcado de Moscú, en un giro histórico contra las autoridades espirituales de Rusia.
“No estamos de acuerdo con la posición del patriarca Kirill de Moscú… sobre la guerra”, dijo la Iglesia ortodoxa ucraniana en un comunicado este viernes, tras un concilio dedicado a la “agresión” de Rusia contra Ucrania.
El anuncio marca el segundo cisma ortodoxo en Ucrania en los últimos años, ya que parte de la Iglesia ortodoxa ucraniana se separó de Moscú en 2019 por la anexión rusa de Crimea y el apoyo proporcionado a los separatistas prorrusos en el este del país.
– Cerco sobre Severodonetsk –
Tras varias semanas de bombardeos, las fuerzas rusas casi rodean a Severodonetsk, cuyo gobernador advirtió que podría sufrir el mismo destino que Mariúpol, un importante puerto del sureste devastado tras semanas de asedio.
Un oficial de la policía de la república separatista prorrusa de Lugansk, citado por la agencia Ria Novosti, dijo que la ciudad estaba “actualmente rodeada” y que las tropas ucranianas habían perdido toda posibilidad de salir.
Pero el jefe de la administración de la ciudad, Alexander Striuk, rechazó que las tropas rusas estuvieran rodeando la ciudad por completo, aunque admitió que la situación era “muy difícil”.
“Casi dos tercios del perímetro de la ciudad están ocupados por el enemigo, pero no está rodeada”, dijo, citado por el gobernador regional Serguéi Gaidai.
Al menos cinco civiles murieron en 24 horas en la región: cuatro en Severodonetsk y uno en Komychuvakha, a 50 kilómetros de allí, informó Gaidai.
“Los habitantes de Severodonetsk han olvidado lo que es un alto el fuego de media hora”, escribió en Telegram.
– “Miedo a la escalada” –
En Dnipró, una ciudad industrial del centro-este, un responsable informó el viernes de “una decena” de muertos y unos 30 heridos en un bombardeo ruso contra un terreno militar.
Más al norte, en Járkov, las sirenas antiaéreas volvieron a activarse en la madrugada. La víspera, un bombardeo dejó nueve muertos y 19 heridos, entre ellos un bebé de cinco meses y su padre, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Rusia abandonó su ofensiva sobre esta ciudad para concentrar sus efectivos en el este y el sur de Ucrania.
Pero las fuerzas de Moscú todavía mantienen posiciones al este de Járkov, mientras los ucranianos cavan trincheras alrededor de la ciudad e instalan bloques de hormigón, sacos de arena y controles ante un eventual nuevo asalto.
En ese contexto, Ucrania volvió a pedir más armas a los países occidentales.
“Algunos socios evitan dar las armas necesarias por miedo a la escalada. Escalada, ¿en serio? Rusia ya está utilizando las armas no nucleares más pesadas, está quemando gente viva. Quizá sea el momento (…) de darnos MLRS (lanzacohetes múltiples)”, tuiteó Mijailo Podoliak, asesor de la presidencia ucraniana.
– “Puente ferroviario” –
La guerra entre Ucrania y Rusia, grandes exportadores de cereales y responsables de un tercio de la producción del trigo mundial, está afectando el mercado mundial de alimentos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a rechazar su responsabilidad en esta crisis, durante una conversación con el canciller austriaco Karl Nehammer.
Putin “subrayó que los intentos de culpar a Rusia por las dificultades en el suministro de productos agrícolas en los mercados mundiales son infundados”, aseguró el Kremlin en un comunicado.
El jueves, el líder ruso se ofreció para ayudar a “superar la crisis alimentaria” que amenaza al mundo a cambio del levantamiento de las sanciones de los países occidentales contra Moscú.
Los puertos de la antigua república soviética están bloqueados. Ante un foro indonesio, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que unos 22 millones de toneladas de grano estaban acumulándose en almacenes.
“Estamos trabajando para exportarlos por otras rutas, por tren y puertos europeos, pero los volúmenes serán obviamente más pequeños que a través del mar Negro”, dijo, acusando a Rusia de “obstaculizar estos esfuerzos” mediante el bombardeo de puentes y estaciones de ferrocarril.
Para ayudar a Ucrania a esquivar el bloqueo ruso, Alemania propuso desplegar un “puente ferroviario” con Ucrania para transportar esta mercancía, indicó el próximo responsable militar estadounidense en Europa, el general Chris Cavoli.
En ese contexto, Zelenski hablará el lunes a los dirigentes de la UE reunidos en Bruselas. Los 27 países miembros volverán a buscar un acuerdo sobre un eventual embargo al petróleo ruso, que rechaza Hungría.