Nápoles amaneció el viernes todavía desbordando felicidad tras una noche de celebraciones que se extendieron por toda la ciudad, ensombrecidas sin embargo por un fallecido y decenas de heridos.
El avión con los jugadores del Nápoles aterrizó el viernes a primera hora de la tarde en la base aérea de Grazzanise, en el norte de la ciudad, donde los tifosi, con silbatos y banderas con los colores del club, esperaban a sus ídolos.
El club azul cielo y blanco aseguró su título de campeón en la noche del jueves, a falta de cinco jornadas para el final del campeonato, más de treinta años después de los dos primeros logrados durante la época de Diego Maradona (1987, 1990), gracias al punto obtenido en Udine con gol de Victor Osimhen (1-1).
En el centro histórico el ambiente no ha decaído a pesar de una larga noche en la que cánticos, petardos y bengalas acompañaron a la multitud que invadió las calles desde el anuncio de que el Scudetto estaba por fin de regreso a Nápoles, luego de una espera de 33 años.
“Ha sido una sensación única, había una marea humana, la gente se besaba y bailaba”, contaba el viernes por la mañana a la AFP Francesca Raucci, madre de familia que acompañaba a su hijo al colegio.
“Es la noche más bonita que he vivido”, añade la mujer de unos cuarenta años, que confiesa haber festejado hasta las 04h00 hora local. “En Nápoles nos gusta la vida y la fiesta, es lo que nos diferencia de otras ciudades”, explica. “Creo que la fiesta va a durar todo el año”, pronostica sonriendo.
Al igual que el milanés Silvio Berlusconi hiciera la víspera, la Primera Ministra Giorgia Meloni escribió un tuit en la mañana del viernes para enviar sus “felicitaciones a todo el equipo, al entrenador Spalletti (…) por este resultado merecido”.
Este evento ocupa los grandes titulares de la prensa nacional: “Nápoles campeón, gran fiesta en la ciudad”, proclama el diario de centroizquierda La Repubblica.
La foto de Osimhen ocupa la portada del diario milanés Il Corriere della Serra con “La fiesta del Nápoles campeón”, mientras que el diario napolitano Il Mattino celebra que “Nápoles canta”, precisando que es “bajo la sobra del rey Diego” Maradona, el genio argentino que dio a Nápoles su último título en 1990.
– “Renacimiento popular” –
El viernes, los cláxones seguían resonando en la ciudad. “¡Nápoles, campeón de Italia! ¡Banderas, camisetas, bufandas! ¡Forza Napoli!”, gritaba un vendedor en la calle, exhibiendo un sombrero de cowboy con los colores de Italia.
Emanuele Canzano, un tifoso de 42 años, reconoce el viernes “haber dormido muy poco, ¡quizás una media hora!”. “Hoy voy a ir a trabajar con la camiseta del Nápoles”, dice con orgullo este padre de familia, cuyo hijo Matteo nació hace diez días y al que ha comprado ya un pijama con los colores del club.
“Hemos esperado 33 años (para ganar el título), él solamente diez días”, comenta con una carcajada. “Hoy es como una fiesta nacional en Nápoles, y el domingo haremos una gran comida en familia y después iremos a pasear por la ciudad con las banderas” de los colores del club.
A su lado, Angelo Perna, jubilado de 72 años, ve esta victoria como un “renacimiento popular”. “Es un buen augurio para Nápoles, Italia y Europa”, se alegra.
La fiesta sin embargo queda marcada por el fallecimiento de un joven de 26 años después de disparos por arma de fuego cometidos en pleno centro de la ciudad.
Otras tres personas fueron heridas como consecuencias de disparos, sin conocerse aún si fueron debidos a festejar la victoria del club de fútbol en la ciudad o si corresponden a una actividad criminal. Según los medios de comunicación, la víctima estaba ligada a un clan de la mafia napolitana.
En total, 203 personas se presentaron en los servicios de urgencia de los hospitales de la ciudad por heridas o malestares, según la Stampa, en especial por puñaladas, lesiones causadas por la explosión de petardos, caídas, crisis de pánico o crisis de asma causadas por la inhalación de fumígenos.
Las celebraciones de este merecido Scudetto luego de una temporada de Serie A dominada de inicio a fin se prolongarán sin duda para marcar el regreso al Sur del título monopolizado desde hace 22 años por los tres gigantes del Norte, la Juventus de Turín, el AC Milan y el Inter de Milán.