La suspensión de Lionel Messi por le París Saint-Germain rubrica el decepcionante paso del Balón de Oro por París, donde durante dos temporadas brilló de forma intermitente llegando incluso a ser pitado por el público del Parque de los Príncipes.
La decisión tomada el martes por el club de suspender al argentino “varios días” por un viaje no autorizado a Arabia Saudita marca probablemente el final de su historia con el PSG. ¿Se volverá a ver a Messi en un partido de la Ligue 1 francesa, una vez la ruptura parece a día de hoy consumada?
Durante el tiempo de ese procedimiento disciplinario, el siete veces Balón de Oro, que se perdió el entrenamiento del lunes sin el aval de la dirección, “no puede entrenar, no puede jugar y no cobrará” su salario, según una fuente conocedora del dosier.
Una decisión cuando menos llamativa y sumamente inhabitual contra una estrella de talla global, sabiendo además que el PSG es a menudo criticado por su falta de autoridad hacia sus jugadores franquicia, lo que a veces pudo dar la impresión de que estos estaban por encima de la institución.
Esta nueva polémica se añade al resentimiento creciente de numerosos aficionados. Los ultras se manifestaron el lunes en el centro entrenamiento del club, el Camp des Loges, después de la derrota contra el Lorient (3-1).
– Larga resaca mundialista –
Idolatrado en Argentina después del título en Doha, el jugador, que cumplirá 36 años en junio, ha mostrado una cara diferente en París.
Según se iban sucediendo los pobres resultados deportivos del PSG esta temporada, el jugador parecía cada vez menos implicado en el juego del equipo, caminando sobre el césped, falto de intensidad. Ni siquiera sus chispazos de genio eclipsaron esa tendencia a ojos de la afición.
Con Messi, el PSG parecía destinado a dar al fin un paso adelante en la Liga de Campeones. Sin embargo, el club cayó en dos ocasiones seguidas en octavos de final, lo que más bien fue percibido como un paso atrás.
Al igual que otros compañeros, se mostró discreto sobre el césped en el duelo de octavos de Champions contra el Bayern de Múnich hace unos meses.
Desde su regreso del Mundial, el PSG fue eliminado en Champions, y en Copa de Francia ante el Olympique de Marsella, y sufrió decepcionantes derrotas en la liga francesa contra Rennes, Lyon o Lorient.
Esos malos resultados han coincidido con el peor momento de juego de Messi; ha disparado menos a puerta, con peor puntería, y ha tocado menos balones, sobre todo el las inmediaciones del área.
Antes del Mundial, Messi sumaba 12 goles y 14 pases de gol en 19 partidos. Actualmente, en la fecha 33 registra 15 goles y 15 pases decisivos.
Aun así la superestrella deparó buenos momentos, aunque contados, con el PSG, como su gol contra el Manchester City en 2021 o su gol de libre directo en el último segundo contra el Lille el 19 de febrero (4-3), en un partido en que más allá de su destello final tampoco fue protagonista. Un buen resumen de su genio intermitente en la capital francesa.
– ¿Rendimiento deportivo o comercial? –
La temporada pasada no fue mejor y así lo atestiguan los resultados del equipo: el club parisino ganó la liga francesa, pero se despidió en octavos de la Champions y de la Copa de Francia.
Desde un punto de vista más político y de marketing, la aventura de Leo Messi en el PSG ha resultado más rentable para la imagen del club en el extranjero, especialmente en Asia.
La llegada de la estrella argentina atrajo a numerosos nuevos patrocinadores. Su imagen de marca generó operaciones lucrativas para el club, que tomó aún una mayor visibilidad a nivel mundial.
Las ventas de camisetas, los contratos publicitarios, los ingresos mediáticos y la subida de los precios de las entradas al Parque de los Príncipes han multiplicado los ingresos del PSG. ¿Pero se trata de una cuestión financiera o deportiva? Los últimos acontecimientos hacen pensar que los dirigentes cataríes priorizan esta última sobre la primera.