El jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el general Mark Milley, advirtió que una guerra entre Estados Unidos y otra potencia demandaría un consumo de municiones “extraordinario”, y que el país debía asegurarse de estar preparado.
Ucrania y Rusia han utilizado enormes cantidades de municiones de artillería desde que Moscú invadió a su vecino en febrero de 2022, lo que genera preocupación sobre las reservas que tiene Estados Unidos, que ha suministrado gran cantidad de ellas a Kiev.
“El increíble nivel de consumo de municiones” es una “gran lección” del conflicto en Ucrania, que sigue siendo una “guerra regional limitada”, dijo el general Milley.
“Si hubiera una guerra en la península de Corea, o una guerra de potencias entre Estados Unidos y Rusia, este consumo sería extraordinario”, agregó.
“Todavía tenemos trabajo para asegurarnos de que nuestras (…) existencias estén preparadas” para hacer frente a cualquier situación, señaló Milley.
Un alto funcionario del Pentágono, Gabe Camarillo, afirmó el martes que Estados Unidos estaba invirtiendo para producir más municiones de artillería.
Camarillo dijo que el país buscaba producir más proyectiles de calibre 155 mm, lanzadores Javelin y misiles, así como municiones para los sistemas de lanzamiento de misiles de precisión Himars.