El alto mando policial entregó a la presidenta, Xiomara Castro, un informe de las investigaciones sobre las últimas masacres en el país.
La presidenta suspendió la reunión en Casa de Gobierno sin dar detalles del informe y convocó para continuar la discusión con las partes el próximo jueves, a las 6:00 de la tarde.
El jueves decidirá la mandataria si la gestión del ministro Ramón Sabillón, ha sido el adecuado y apegado a las necesidades de los hondureños o en su defecto, será cancelado de su puesto, para que llegue otro a poner orden dentro de la cúpula policial y poner un alto a las masacres.
Según se conoció, el puesto de Sabillón se tambalea, pues no ha dado “el ancho” que ocupa la mandataria.
Si el informe del jueves es concluyente, se quedará, de lo contrario, sería su último día como ministro de Seguridad, pues sólo este año, Honduras ha sido un río de masacres, sin que den con el paradero de los autores materiales, peor para que tengan pistas de los autores materiales.
Dentro de la reunión se les reclamó por los casos de Angie Peña, Belkis Molina, casos emblemáticos, en los que han callado, en vez de llevar la delantera en la investigación, entre otros sonados, que duermen el sueño de los justos.
Otra de las preguntas, en la que la cúpula policial agachó la cabeza, es el aumento de los secuestros, algo que ya no se miraba en los últimos años. Pero ahora son el factor común del día a día, sin que nadie le ponga un “stop” a ese tipo de delincuencia.
El delito cibernético crece como la “espuma”, pero la Policía Nacional es avasallada en cada momento, tiene mejor tecnología la delincuencia, que los órganos de seguridad.
Resultados el jueves o “guillotina”, le dijeron a Sabillón, así como otros puestos policiales, en los que no se les mira resultados.
También, como sólo pidieron “pechuga” al iniciar sus funciones y ahora se mira que en nada ayudaron, más bien degeneraron los procesos, como en las cárceles, que ahora son las “universidades del terror” y burdeles gigantes para los narcotraficantes que no quieren ir extraditados a los Estados Unidos.
Son “hoteles”, resguardados con elementos del Estado, para que otros bandos no lleguen a matarlos.
Todo lo anterior es parte de la problemática que le expusieron a Sabillón y a la débil cúpula policial, la que pasa más durmiendo a “pierna suelta”, disfrutando del frondoso renglón económico, pero de darle seguridad al pueblo, se han olvidado, pero no descuidan militar las casas de los funcionarios públicos.
En la cita participaron también el presidente del Congreso, Luis Redondo y la titular de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rebecca Raquel.
La mandataria emplazó desde la semana pasada al ministro de Seguridad, Ramón Sabillón y al director de la Policía, Gustavo Sánchez, para que expliquen el porqué del repunte de la criminalidad en el país a pesar que hay un estado de excepción a nivel nacional.
Ninguno de los funcionarios tampoco dio cuenta de los detalles del informe que le entregaron a la presidenta.