La ONU informó que compró un barco para evitar un derrame potencialmente catastrófico de crudo de un petrolero abandonado desde hace años frente a las costas de Yemen, país del Golfo Pérsico devastado por la guerra.
El Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) dijo que firmó un contrato para comprar un buque cisterna de la compañía de petroleros Euronav que se dirigirá al mar Rojo para retirar la carga del petrolero FSO Safer.
El tiempo apremia porque el FSO Safer, anclado frente al puerto estratégico de Hodeida (oeste de Yemen), corre el riesgo de fracturarse, explotar o incendiarse en cualquier momento, según expertos.
El petrolero, de unos 45 años de antigüedad, que sirve como terminal flotante de almacenamiento y descarga, no recibe servicio desde 2015, cuando Yemen se sumió en una de las peores crisis humanitarias mundiales debido a la guerra en la que se enfrentan el gobierno y los rebeldes hutíes.
Achin Steiner, jefe del PNUD, anunció el acuerdo en rueda de prensa en la sede de la ONU y lo calificó como un “gran avance”.
Según él, este esfuerzo “evitará el riesgo de un desastre ambiental y humanitario a gran escala”, dijo a periodistas.
Steiner dijo que el barco zarparía el próximo mes tras el mantenimiento de rutina.
“Esperamos que, si todo sale según lo planeado, la operación de transferencia de barco a barco realmente comience a principios de mayo”, detalló.
Funcionarios de la ONU han expresado temores de que el barco colapse, desencadenando un derrame de petróleo que perjudicaría gravemente la ayuda exterior y costaría unos 20.000 millones de dólares limpiarlo.
El FSO Safer contiene 1,1 millones de barriles de petróleo, cuatro veces la cantidad que fue derramada en el desastre del carguero Exxon Valdez en 1989, una de las peores catástrofes ecológicas de la historia, según Naciones Unidas.
Un derrame en la zona también podría obstruir el estrecho de Bab el Mandeb entre África y la península arábiga, pasando una factura importante a la economía mundial al bloquear el canal de Suez.
Naciones Unidas estuvo buscando por años una solución, entre ellas la donación de un barco o su arrendamiento, pero finalmente se decidió a comprar una embarcación, la única disponible en el mercado, luego de agotar las opciones y con precios disparados por la invasión rusa de Ucrania.
“No tuvimos otra opción que comprar una nave”, dijo en un video el coordinador de la asistencia humanitaria de la ONU a Yemen, David Gressly.
Se estima que el costo de la operación sea de 129 millones de dólares, de los cuales 75 millones han sido recibidos y otros 20 ya están comprometidos, de acuerdo con Naciones Unidas.
Steiner advirtió que la operación aún podría suspenderse si no se encuentran los fondos restantes.