Una rara tormenta de nieve -la primera en más de 30 años- se cernía sobre Los Ángeles, a pesar de que la costa este de Estados Unidos disfrutaba de temperaturas similares a las del verano.
Hasta 2,1 metros de nieve se esperan en las colinas alrededor de Los Ángeles, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), el cual advirtió de “condiciones extremadamente peligrosas de montaña”.
La advertencia de tormenta de nieve, en vigor desde el viernes por la mañana, es la primera en la zona desde 1989.
“Seguimos en camino para nuestra PELIGROSA tormenta de invierno. Se esperan condiciones de ventisca en las montañas con PIES de nieve caída. Se esperan algunas pulgadas de lluvia en elevaciones más bajas. ¡Esté preparado para el clima!”, tuiteó el NWS de Los Ángeles.
Aunque no se esperaba nieve en el centro de Los Ángeles, la ciudad está rodeada de montañas.
En un día despejado, el monte San Antonio de 3.000 metros y otros picos de las montañas de San Gabriel son visibles, y sus cimas cubiertas de nieve deberían ofrecer una bonita vista a los habitantes de la ciudad.
Otras partes del país más resistentes al invierno también se vieron afectadas el jueves, como el área alrededor de los Grandes Lagos que sufrió cortes de electricidad.
Más de 900.000 clientes de la región se quedaron a oscuras hacia las 22H00 GMT, según poweroutage.us.
Los meteorólogos habían advertido que la formación de hielo en las líneas eléctricas las haría vulnerables a los daños causados por las ráfagas de viento.
Los medios de comunicación locales del condado de Van Buren, en Michigan, informaron de un bombero voluntario fallecido al caer un cable de alta tensión.
En tanto, el mal tiempo estaba causando estragos a los viajeros, con más de 1.000 vuelos dentro, hacia o desde Estados Unidos cancelados, según flightaware.com.
El noreste del país también estaba bajo aviso de tormenta invernal el jueves, con difíciles condiciones para viajar en algunas partes del estado de Nueva York, incluyendo Buffalo, donde una fuerte ventisca en diciembre dejó decenas de muertos.
Pero en la costa este, algunas zonas disfrutaban de temperaturas récord.
Se esperaba que las temperaturas alrededor de Washington DC superaran los 27 grados centígrados.