Nissan mantuvo sus previsiones de beneficios para este año fiscal aunque advirtió que la escasez de chips y otras perturbaciones derivadas del covid-19 seguirán afectando a las ventas.
El gigante automovilístico japonés, que esta semana firmó un acuerdo histórico para equilibrar su alianza con Renault, predijo más contratiempos en la producción debido a la escasez de semiconductores.
El fabricante de automóviles recortó su objetivo anual de ventas de unidades en un 8%, hasta los 3,4 millones de vehículos, dijo a la prensa el director general de operaciones, Ashwani Gupta, apuntando que el descenso se dejaría sentir sobre todo en China y América del Norte.
Nissan espera un beneficio neto de 155.000 millones de yenes (1.200 millones de dólares) en el año fiscal 2022-23, y también dejó sin cambios sus perspectivas de ingresos operativos.
“Las fuertes fluctuaciones monetarias y los aumentos en los precios de las materias primas”, así como la propagación de las infecciones por covid-19 en China, se encuentran entre los vientos en contra a los que se enfrenta la compañía, dijo Gupta.
En el trimestre enero-marzo, Nissan “espera compensar el impacto negativo del descenso del volumen mediante una mejora continua de los resultados con una estricta disciplina financiera”, afirmó la compañía.