El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que el destituido mandatario izquierdista Pedro Castillo debe ser liberado de la cárcel y restituido como jefe de Estado en Perú.
“El pueblo [peruano] está protestando, el pueblo se está movilizando […]. Lo que demanda el pueblo, que lo saquen [a Castillo] de la cárcel y que ocupe de nuevo la presidencia”, afirmó Ortega durante un encuentro con el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian.
Castillo fue destituido por el Congreso y detenido el 7 de diciembre, el mismo día que intentó disolver el Parlamento, y fue sustituido por la vicepresidenta Dina Boluarte, una exaliada devenida en adversaria.
Boluarte anunció entonces que gobernaría hasta el fin del mandato de Castillo, en julio de 2026, pero estallaron protestas para exigir su renuncia, que han dejado hasta ahora 48 muertos, según la Defensoría (Ombudsman) de Perú.
Para calmar los ánimos, Boluarte pidió al Congreso adelantar los comicios inicialmente para 2024, pero las protestas no cesaron. Ante esto, la presidenta volvió a reclamar un adelanto de los comicios para este año.
“Se dio una elección [en 2021], resultó electo un maestro del campo, un hombre sencillo, humilde, pero sencillamente la oligarquía manejada por el imperialismo […] lo que ha hecho es alimentar, primero una campaña desde el Congreso, y luego un golpe de Estado contra el presidente, el presidente Pedro”, expresó Ortega.
El gobernante izquierdista nicaragüense afirmó que ni la ONU, ni Estados Unidos y ni Europa han condenado las decenas de “crímenes” de manifestantes en Perú.
“El pueblo [peruano] se está movilizando, es la gente humilde, la gente pobre, la gente trabajadora la que se está movilizando […], y ¿Qué dicen los imperialistas de la Tierra? Nada”, afirmó Ortega.
“No hay condenas, no hay condenas de Naciones Unidas, no hay condenas de los yanquis [EEUU], de los europeos, porque son ellos mismos, están alimentando esos crímenes simplemente porque no quieren reconocer el derecho a que retorne el presidente a la presidencia”, añadió.
Unas declaraciones sobre la situación peruana de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en la Cumbre de la CELAC en Buenos Aires llevaron a Boluarte la semana pasada a retirar a su embajador en Tegucigalpa.