Científicos encontraron restos de cuatro tipos de dinosaurios, entre ellos un megaraptor, en una inhóspita zona de la Patagonia chilena que desde hace una década se ha convertido en un importante yacimiento de fósiles, informaron los investigadores.
Tras recolectar fósiles en el cerro Guido, ubicado en el valle de Las Chinas, cerca de la frontera con Argentina -a unos 2.800 km al sur de Santiago-, en 2021 los científicos llevaron al laboratorio estos restos y lograron constatar que pertenecían a dinosaurios que no habían identificado antes en este lugar.
“Siempre es súper excitante en términos científicos encontrar algo que no se había hallado antes ni que se había descrito en el valle de Las Chinas, donde nos hemos empezado a acostumbrar a tener nuevos hallazgos de restos fósiles”, explicó Marcelo Leppe, director del Instituto Antártico Chileno (Inach), parte del equipo que realizó el hallazgo.
De acuerdo a la investigación, los hallazgos representan el registro fósil más austral de este tipo de dinosaurios fuera de la Antártica.
En diciembre de 2021, fueron presentados por paleontólogos chilenos los restos de un Stegouros elengassen, un enigmático dinosaurio cuya cola en forma de garrote desconcertó a los científicos, hallados en esta misma zona de la Patagonia chilena.
El nuevo descubrimiento fue realizado por el Inach en colaboración con investigadores de la Universidad de Chile y de la Universidad de Texas de Estados Unidos, quienes lograron identificar restos de cuatro tipos de dinosaurios, entre ellos dientes y partes óseas postcraneales de un megaraptor perteneciente a la familia de los terópodos.
Estos dinosaurios carnívoros tenían garras raptoras, pequeños dientes para desgarrar y grandes extremidades superiores, que, de acuerdo a la investigación, los ponía en el tope de la cadena alimenticia de esta zona que habitaron entre 66 y 75 millones de años atrás al final del periodo cretácico.
“Una de las características que nos permitió identificar con gran confianza que pertenecen a megarraptóridos son, primero que todo, que los dientes están muy curvados hacia la parte posterior”, señala Jared Amudeo, investigador de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, en un comunicado difundido por esta casa de estudios.
También se identificaron dos especímenes de Unenlagiinae, cercanamente emparentados con los velocirraptores, que tienen un “carácter evolutivo novedoso, que nos indicaría que se trata de una especie nueva de unenlágino o tal vez de un representante de otro clado (grupo) diferente”, señaló Amudeo.
Igualmente encontraron restos de dos linajes de aves: una Enantiornithe, el grupo de aves más diverso y abundante del Mesozoico; y Ornithurinae, un grupo directamente emparentado con las aves actuales.
El trabajo de los científicos fue recopilado en un estudio que en diciembre pasado fue publicado en la prestigiosa revista especializada Journal of South American Earth Sciences.