Cristiano Ronaldo, superestrella del fútbol en su crepúsculo, aseguró en su presentación con el Al-Nassr que su llegada al fútbol saudita no supone el fin de su carrera, sino una nueva etapa en la búsqueda de récords tras haber “ganado todo” en Europa.
El delantero portugués de 37 años considerado como uno de los mejores futbolistas de la historia, fue presentado este martes a los aficionados del club saudita cuyos riquísimos y ambiciosos propietarios quieren hacer de él el primer escalón hacia un “sueño galáctico”.
El quíntuple ganador del Balón de Oro, que abandonó el Manchester United en el mes de noviembre, se comprometió con el Al-Nassr hasta 2025 por un salario global estimado en 200 millones de euros (211 millones de dólares).
“En Europa mi trabajo ha terminado, lo he ganado todo, he jugado en los clubes más importantes”, declaró el futbolista luso en una comparecencia de prensa.
“He venido aquí para ganar, para jugar, para disfrutar, para ser parte del éxito de este país y de la cultura de este país”, añadió un Ronaldo que aseguró que se decantó por la oferta del club saudita declinando las “numerosas” propuestas que le llegaron no solo de Europa, sino también de “Brasil, Australia, Estados Unidos e incluso Portugal”.
Ronaldo, que tiene el récord de goles inscritos en la Liga de Campeones y es el máximo anotador del fútbol de selecciones, aseguró que el fútbol ha cambiado mucho en los últimos veinte años, poniendo como ejemplo la reciente victoria en el Mundial de Arabia Saudita sobre Argentina, que al final se llevó el título.
“Soy un jugador único y, para mí, venir a Arabia Saudita no es el final de mi carrera. He batido todos los récords allá (en Europa) y quiero batir otros acá. Y para ser honesto, ne me preocupo en absoluto de lo que pueda decir la gente”, insistió Ronaldo dando una nueva muestra de su habitual ego.
Arabia Saudita, país desértico de 35 millones de habitantes, está sacudido por la ‘Ronaldomanía’ desde el anuncio de su fichaje por un salario estimado en 200 millones de euros (211 millones de dólares) hasta junio de 2025.
Las rutas principales de la capital fueron cubiertas de carteles con la frase “Hala (bienvenido) Ronaldo”; los aficionados hicieron cola en la calle para comprar camisetas del Al-Nassr con el nombre de la estrella portuguesa y su emblemático N.7; la cuenta Instagram del club amarillo y azul ganó millones de seguidores en pocas horas.
“Asia nunca vio algo así”, relata el diario anglófono Gulf News, con base en Dubái. “Allá donde vaya, captará la atención y aunque solo el 10% de sus seguidores se interesa por su nuevo club, la Liga saudita se convertirá en una de las más seguidas del mundo”,
– ¿Otros fichajes estrella? –
Con este gran golpe, Al-Nassr quiere dar un empujón a un equipo fundado en 1955, cuyo último título nacional llegó en 2019 y que está deseoso de ganar la Liga de Campeones asiática, en la que su rival saudita Al-Hilal es el último campeón y el que tiene más títulos continentales.
‘CR7’, con sus cinco Balones de Oro y sus cinco trofeos en Liga de Campeones, competición de la que es el máximo goleador de todos los tiempos, es la cabeza de góndola de un proyecto que quiere engrandecerse.
Un excompañero en el Real Madrid, el centrocampista croata Luka Modric, está en el punto de mira del club amarillo y azul, igual que el centrocampista francés del Chelsea N’Golo Kante, según un responsable del club, que requirió el anonimato.
“Vamos a festejar a Ronaldo (el martes) y seguir trabajando para contar con otros fichajes de alto nivel”, dijo, afirmando que Al-Nassr desea atraer a “nuevos Galácticos”, una referencia al Real Madrid de los años 2000 y sus estrellas, desde el portugués Luis Figo al inglés David Beckham, pasando por el brasileño Ronaldo y el francés Zinédine Zidane.
– ‘Sportswashing’ –
Ronaldo desembarcó en Riad pocas semanas después de su eliminación con Portugal en cuartos de final del Mundial de Catar, primer país del Golfo en recibir la competición reina. Arabia Saudita sueña con imitar a su rico vecino, con una candidatura posible para la edición de 2030 con Egipto y Grecia.
Su llegada ha puesto los focos en la petromonarquía saudita, ya presente en el deporte de alto nivel con la Fórmula 1, el boxeo o el golf, y con uno consorcio de este país comprando el club inglés Newcastle.
Algunos denuncian una estrategia de ‘sportswashing’, una tentativa del régimen conservador dirigido por el príncipe Mohammed Ben Salman para hacer pasar a un segundo plano las críticas sobre su balance en materia de derechos humanos.
Para Cristiano Ronaldo, esta marcha a Riad parece un exilio dorado, como lo hicieron Pep Guardiola (Al Ahli) y Xavi Hernández (Al Saad) antes de él a Catar, más que un verdadero desafío deportivo.
En el seno del club, estará dirigido por el francés Rudi Garcia y estará acompañado de jugadores extranjeros como el guardameta colombiano David Ospina, el centrocampista brasileño Luiz Gustavo y el delantero camerunés Vincent Aboubakar.