Maras escapan a las montañas, por temor a la “guerra a la extorsión”

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El cerco policial impuesto a “clicas” de pandillas criminales, que operaban en unos 150 barrios y colonias consideradas de alta peligrosidad, ha obligado a decenas de “mareros” a huir de su confort delictivo para enmontañarse en zonas aledañas a la capital y al Valle de Sula, zona norte del país.

“Ahora viven enmontañados, los pandilleros y miembros de maras huyen y se enmontañan fuera de Tegucigalpa y San Pedro Sula tras el decreto PCM 029-2022”, reveló ayer el jefe de Comunicaciones y Estrategia de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid.

“El firme compromiso en la lucha contra la extorsión y otros delitos que afectan a la población hondureña, ha presentado resultados positivos en los primeros días de esta iniciativa”, señaló.

La muestra es que, a la medianoche del lunes 12 de diciembre, según Martínez Madrid, se recibió información que miembros de “maras” y pandillas del sector de El Pedregal, La Mololoa y zonas aledañas huyeron a consecuencia de los allanamientos que ejecutan la Dirección Policial

Antimaras, Pandillas y Crimen Organizado (Dipampco) y otras unidades especiales.

Los constantes allanamientos se están realizando a diario, al amparo de un estado de excepción conforme con el decreto gubernamental PCM 029-2022.

CAMPAMENTOS DE “MAREROS”

Al respecto, gracias a trabajos de seguimiento y vigilancia ayer se logró ubicar y encontrar un sitio de refugio de pandilleros.

El campamento fue encontrado en las montañas que rodean la colonia La Mololoa, colindando con el municipio de Santa Lucía, Francisco Morazán, donde los pandilleros están huyendo debido al estado de excepción.

Según información policial, los malhechores están huyendo a zonas montañosas. “Sin embargo, unidades especiales continúan trabajando en estos sitios con la finalidad de detener a personas ligadas con maras y pandillas”, indicó Martínez Madrid.

“La Policía Nacional, con todas sus direcciones nacionales, pide a la población entera apoyar el estado de excepción contra las maras y pandillas para lograr bajar la incidencia de la extorsión y, a la vez, reafirma su compromiso de atacar con todo su recurso humano y logístico a estas estructuras criminales”, pidió el comisionado policial.

“SANTUARIOS” DE PANDILLAS

Reportajes de finales de octubre pasado revelaron que debido a la actividad criminal que ha crecido en la capital, las pandillas estaban expandiendo sus operaciones delictivas a municipios cercanos a la ciudad, convirtiendo a remansos de paz en pueblos peligrosos, según reportes policiales.

Los líderes de pandillas que anteriormente operaban en la capital y sus alrededores, tras salir de centros carcelarios, encargan a sus pistoleros la ejecución de crímenes.

Reportes policiales indican que los sicarios enseguida se refugian en pintorescos municipios adyacentes, en un intento por evadir la Policía, detallan los reportes.

Según las mismas investigaciones policiales, en los últimos meses ha crecido el accionar delincuencial en varios municipios de Francisco Morazán, siendo considerada una zona como el “corredor de la muerte”.

El denominado “corredor de la muerte”, comprende los municipios de El Porvenir, Cedros, Guaimaca, Cantarranas, donde se desplazan carros de alta gama. Los municipios aledaños al departamento de El Paraíso también están plagados de pandilleros.

Comunidades tan apacibles como la Villa de San Antonio, El Zamorano, Tatumbla, Montaña de Azacualpa y alrededores, también se han convertido en “santuarios” de pandillas.

“NARCOLABORATORIOS”

HALLAN EN EL MERENDÓN

Pero esa estrategia para evadir a las fuerzas del orden también se ha usado en la zona norte del país, porque en años anteriores la cordillera de El Merendón se ha convertido en un “santuario” y centro de acopio y distribución de drogas de la Mara Salvatrucha (MS-13), según los análisis de inteligencia de la Policía Nacional.

La estructura criminal ha centrado sus operaciones en ese sector montañoso, donde se ha comprobado que los malhechores cuentan con campamentos y “narcolaboratorios” para procesar cocaína y otro tipo de drogas.

En los “narcolaboratorios” hay equipo para dosificar la droga que tiene como gran mercado San Pedro Sula y los otros municipios del Valle de Sula.

Prueba de la expansión de la MS-13 a la cordillera de El Merendón, es que en el 2019 y en menos de dos meses las autoridades de la Policía Nacional, con sus cuerpos de inteligencia, desmantelaron dos “narcolaboratorios” y campamentos en esa zona. El primer operativo fue en la zona conocida como La Guama, en la aldea La Cumbre. En el operativo capturaron a cuatro miembros de la MS-13, quienes se enfrentaron con los agentes a cargo de la operación.

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