Abanderados de la más reciente época dorada de la selección uruguaya, Luis Suárez y Edinson Cavani se aprestan a disputar en Catar su última Copa del Mundo, en el acto de despedida de una pareja ofensiva inigualable.
Los delanteros, ambos de 35 años, de enorme trayectoria y reconocimiento en el fútbol europeo, han sabido ser también profetas en su tierra.
Nacidos con 21 días de diferencia en el departamento norteño de Salto, ostentan el primer y el segundo puestos como goleadores históricos de la selección: Suárez con 68 goles en 134 partidos y Cavani con 58 en 133 encuentros.
Referentes de la generación de jugadores que se erigió como la columna vertebral de la Celeste en los últimos años -en los que Uruguay llegó a las semifinales en Sudáfrica-2010, ganó la Copa América 2011 en Argentina y quedó quinta en Rusia-2018- han deslizado una y otra vez que Catar-2022 es la última parada.
Y los hinchas ya empiezan a echarlos de menos.
Son “la mejor pareja de delanteros de la historia de la Celeste”, dice a AFP el periodista Diego Muñoz, de la cadena deportiva ESPN.
“Han dejado de lado sus egos, han priorizado siempre el equipo y se han potenciado uno del otro. Jugadores imprescindibles de una generación que le devolvió la selección y la ilusión al pueblo”, añade.
Para el conjunto charrúa, la dupla Suárez-Cavani significó “contar con un poder de gol muy importante, como pocas veces tuvo el equipo celeste, por lo menos en los últimos 60 años”, repasa por su parte el periodista Luis Prats, autor de múltiples libros sobre historia del fútbol.
“Contar con ambos era la tranquilidad de poder ganar incluso partidos parejos, con pocas llegadas al ataque. Alcanzaba con hacerles llegar la pelota y ellos resolvían. Además, ellos se entendían muy bien: muchos goles de Suárez llegaron por asistencias de Cavani y a la inversa”.
– ¿Hay recambio? –
El cuarto mundial consecutivo que juegan los dos atacantes cerrará la etapa que comenzaron en el inicio del proceso transformador de la selección que llevó adelante el entrenador Óscar Tabárez, quien se mantuvo al frente del equipo por más de 15 años.
Pero si bien el olor a despedida es un ingrediente especial, no es el motor del estímulo.
“Para el que vive, siente y ama el fútbol, y más si le toca ponerse la camiseta de su país, no hay misterio: es un Mundial”, dijo Cavani en entrevista con un radio local, aclarando que eso es así “sea el primero o el quinto”.
“Si eso no te motiva, estamos mal”, agregó la exestrella del PSG y actual jugador del Valencia.
En tanto Suárez, quien sorprendió al universo futbolero con su regreso a la modesta liga charrúa para volver a vestir la camiseta de Nacional, el club que lo vio nacer como profesional en 2005, mantiene altas expectativas deportivas para Catar, basadas en un grupo que considera fuerte.
“Tenemos una mezcla de jugadores con experiencia y calidad: creo que Uruguay puede hacer un grandísimo Mundial”, expresó.
La combinación entre trayectoria y sangre joven es la mayor esperanza para el equipo de Diego Alonso, con promesas que empiezan a despuntar en el fútbol europeo, como Federico Valverde (Real Madrid), Rodrigo Bentancur (Tottenham) o Darwin Núñez (Liverpool).
Sin embargo, todavía no asoma una pareja que pueda sustituir a los históricos artilleros.
“Lograr una dupla del estilo Suárez-Cavani será muy difícil”, estima Prats, dado que aunque “están apareciendo jugadores de ataque con interesantes condiciones, todavía deben completar su proceso de crecimiento”.
Muñoz coincide: reemplazar a estos delantero “será dificilísimo”.
Pero matiza que “también un día no estuvieron más (Diego) Forlán ni (Diego) Lugano y ellos junto a (Diego) Godín tomaron el testigo”.
“La clave será mantener el legado y aprender a jugar sin ellos, modificar el eje de poder del juego hacia el mediocampo y que Valverde-Bentancur lideren la generación que viene”.