Muchos vieron, pocos han hablado, pero lo cierto es que la joven Angie Peña nunca se ahogó en alta mar, ni tampoco tomó un rumbo desconocido por voluntad propia, sino que desde que salió de Tegucigalpa con su familia de vacaciones hacia Roatán, fue vigilada, monitoreada y perseguida por traficantes de mujeres y niñas, miembros de una enorme red de trata que opera en Islas de la Bahía.
Lo anterior, es parte de las investigaciones que a lo largo de diez meses se han llevado a cabo por parte de algunos agentes de la Policía Nacional quienes han visto limitantes para continuar con las capturas de más involucrados debido a que podría estar existiendo trabas a lo interno de todo el aparato de investigación y justicia del Estado.
Si bien existe un eslabón clave de la red criminal quien se encuentra preso, el norteamericano Gary Lee Johnston (63 años), capturado en flagrancia en Roatán, el pasado 29 de agosto, al menos quince personas más involucradas de forma directa, ciudadanos norteamericanos, iraníes, colombianos, hondureños, ingleses, entre otras nacionalidades continúan burlando la justicia y operando con diferentes estrategias.
Para lograrlo, han contado con pago de sobornos y amenazas a miembros policiales de toda jerarquía, fiscales y jueces, quienes podrían acelerar en el caso y dar con el paradero de la víctima ya sea viva o muerta, según revelan algunos investigadores quienes conocen los expedientes investigativos.
En dichos expedientes que han sido conocidos por más de veinte personas, se encuentran los lugares en donde Angie Peña pudo haber estado sometida desde su rapto, siendo uno de ellos el sótano de la casa de Gary Lee Johnston, ubicado en una casa de tres pisos ubicada en una zona privada en Roatán.
Además de esa información, se identificaron vehículos en los que la joven fue trasladada, posteriormente de haber sida bajada de la Jet Ski, las lanchas y barcos ubicados en la escena del delito, hoteles, personal, nexos, entre otros que forman parte de la enorme red transnacional.
ALGUNAS DE LAS PERSONAS DE INTERÉS EN EL CASO
Entre esas personas, los investigadores de la Secretaría de Seguridad, revelan que son sujetos de interés, Julio César Obando Ramos, quien se dedica al rubro de turismo en la rama de servicios de renta de Jet Ski, barcos con equipo logístico y cercanía con Marina Mercante, amigo de Gary Lee Johnston.
Los investigadores tienen en sus expedientes y está entre los involucrados en la red, a Anthony Frank Grayson, empresario norteamericano gerente del Hotel The Door, equipado con toda clase de vehículos automotores y popularmente conocido en la isla como un enlace en temas de este tipo de delitos.
Asimismo, consta en los expedientes de la Secretaría de Seguridad y que son sujetos de interés en el caso, Alcides Orlando Gómez Poso, jefe de Marina Mercante, de la Isla de Guanaja, cercano a la familia de la víctima y quien habría trasladado la Jet Ski, que abordó Angie Peña.
Además de los anteriores, en los documentos de investigación, en poder de la Secretaría de Seguridad, están el reconocido iraní Cahve Moshe Lahijani, empresario muy “famoso” en Islas de la Bahía, conocido por su negocio de zoológico turístico en el cayo de Litlte French Key, quien en mayo de 2019 fue detenido con una fuerte cantidad de dólares, había sido objeto de investigaciones por lavado de activos e irregularidades en permisos de operación y daños ambientales por la construcción del complejo turístico en el cayo, entre otras investigaciones del Ministerio Público.