El exvicepresidente tahitiano de la FIFA, Reynald Temarii, contestó las sospechas de corrupción en su contra en la atribución de la Copa del Mundo de fútbol en Catar, estimando haber sido “víctima de estafa”.
Convocado para ser acusado, el expresidente de la Confederación de Oceanía de Fútbol (OFC) fue colocado con el estatus intermedio de testigo asistido en noviembre de 2021.
Todo comienza en 2010. Cuando debe participar en los votos para decidir los organizadores de los Mundiales de 2018 y de 2022, es suspendido por la FIFA por infracción al código ético.
Acepta esa suspensión en un primer momento, pero la víspera del escrutinio, apela y no puede ser sustituido en la votación. La persona que debía tomar su lugar era favorable a la candidatura de Estados Unidos.
Temarii explicó el viernes en rueda de prensa en Tahití haber recibido, antes de apelar, una nota confidencial informándole que la fiscalía federal suiza planeaba enjuiciarle por corrupción, lo que era falso.
Este documento le explica, según él, que una “renuncia a apelar por su parte equivale a un reconocimiento de culpabilidad y comprometería su defensa”. Según él, se trataría de falsos elementos destinados a empujarle a apelar.
Según Temarii, un voto no habría cambiado nada, ya que Catar obtuvo 14 sufragios frente a 8 de Estados Unidos. El propio dirigente tahitiano se había posicionado a favor de Australia y después Estados Unidos, lo que confirma el proceso-verbal de una reunión de la OFC del 14 de octubre de 2010 en Tonga, que la AFP se procuró.
También se explicó sobre el apoyo del catarí Mohammed Bin Hammam, candidato a la presidencia de la FIFA frente a Sepp Blatter. Bin Hammam financió su defensa en la época con unos 300.000 dólares.
Es “un hombre muy rico, que estaba en conflicto con Blatter” y “consideró que yo era víctima de un complot”, “que los métodos (de Blatter) no eran aceptables”, señaló Temarii. “Me dijo: +quiero hacer de tu caso un ejemplo de los abusos del sistema Blatter+”.
“Nunca hice un pacto de corrupción en mi vida”, afirmó.
Temarii aseguró que la ayuda aportada por Bin Hammam hacia él no había tenido ninguna influencia en él en su candidatura contra Blatter o en la de Catar por el Mundial.