La astronauta rusa Anna Kikina y tres otros miembros de una tripulación llegaron a la Estación Espacial Internacional (ISS), tras haber viajado en una nave de la empresa estadounidense SpaceX.
Este vuelo conjunto entre Estados Unidos y Rusia fue especialmente simbólico en medio de la guerra en Ucrania.
“Estamos impacientes de ponernos a trabajar”, declaró la astronauta estadounidense Nicole Mann, poco después de que la nave se acoplara al ISS.
Fue la quinta misión regular de SpaceX hacia la ISS para la NASA, pero la primera en transportar a una cosmonauta rusa.
Además de Kikina y Mann, el japonés Koichi Wakata y el estadounidense Josh Cassada componen la tripulación bautizada Crew-5.
El lunes despegó el cohete de SpaceX desde el centro espacial Kennedy en Florida, propulsando la cápsula Dragon en el espacio.
Esta nave se acercó lentamente el jueves a la ISS, al cabo de un viaje de unas 30 horas.
Los miembros de Crew-5 pasarán unos cinco meses en este laboratorio volante, a unos 400 kilómetros de altitud, en donde se suman a las siete personas que ya se encuentran a bordo: dos rusos, cuatro estadounidenses y una italiana.
Pasarán algunos días juntos antes de que los miembros de Crew-4 vuelvan a la Tierra.
Hace dos semanas, un estadounidense despegó hacia la ISS a bordo de un cohete ruso Soyuz.
Este programa de intercambio de astronautas, de larga data, se mantuvo a pesar de las fuertes tensiones entre Estados Unidos y Rusia provocadas por la invasión de Ucrania por Moscú en febrero. Asegurar el funcionamiento de la ISS es uno de los pocos temas en los que siguen cooperando ambos países.